jueves, 10 de diciembre de 2009

La azucena, la flor del candor


Esta hermosa flor representa el candor, la majestuosidad y la pureza debido a su color blanco. Por eso es muy habitual encontrarla en los ramos de las novias. La fascinación de los hombres por la azucena se remonta a muchos siglos atrás: ya en el templo de Salomón podemos encontrar algunas de estas flores representadas en esculturas. Siglos después, en las pinturas medievales y renacentistas de carácter religioso, aparecen flores de azucena debido a su asociación con lo impoluto y puro.

El origen de la azucena parece situarse en Asia y América del Norte y, posteriormente, se extendió hasta la cuenca del Mediterráneo y al continente europeo debido a su fácil cultivo y a su larga duración como flor cortada.

Una gran diversidad de especies
La azucena pertenece a la familia de las liliáceas y comprende, aproximadamente, unas 80 especies. Muchas de ellas son apropiadas para el jardín y otras para la producción de flores cortadas. Son plantas bulbosas y sus flores desprenden, en la mayoría de la ocasiones, un fresco aroma. Con frecuencia, tienen forma de "trompeta" con pétalos curvados hacia atrás. Estas plantas crecen en tierra firme o en macetas sin ningún tipo de dificultad, tan sólo es necesario que estén plantadas sobre una superficie más bien blanda y ubicada a la sombra.